lunes, 29 de agosto de 2011

Enfermedades de las plantas en verano

Aunque el verano es una de las épocas del año en las que nuestros preciosos jardines se encuentran en todo su esplendor, lo cierto es que las altas temperaturas también pueden tener efectos negativos sobre nuestros ejemplares.
Hace poco veíamos cómo algunas plagas atacaban a nuestras flores y plantas de forma más contundente durante estos meses del año, y hoy queremos preveniros también ante el incipiente peligro que suponen algunas enfermedades comunes.
Si adoras tu jardín y quieres evitar que sufra cualquiera de estos peligros toma nota delo que te contamos y mantente alerta a las señales físicas que te envían tus ejemplares.

- Oídio: Aunque surge más habitualmente durante la primavera, esta enfermedad puede durar todo el verano e incluso prolongarse hasta el otoño. Esta enfermedad fúngica se reconoce porque deja una capa de polvo blanco sobre cualquier parte de la planta (hojas, flores, frutos, tallos, etc.), retuerce las hojas, deforma los brotes y deja en los ejemplares una palpable falta de floración.

Si quieres evitar esta enfermedad que afecta a rosales, claveles, crisantemos o begonias, entre muchas otras, utiliza fungicidas pulverizados sobre las plantas y evita el riego por aspersión.
- Mildiu: Afecta especialmente en verano tanto a las plantas de interior como a las de exterior, desde flores como las azaleas o las dalias hasta hortalizas o arbustos. Se identifica por los hongos que deja en las superficies y puede tratarse acabando con las zonas afectadas y pulverizando con fungicidas especiales.
- Perdigonada: También producida por hongos (en este caso el Clasterosporium carpophylum), esta enfermedad es reconocible como unos puntitos marrones que al caer agujerean nuestras plantas como si de un perdigón de escopeta se tratase (de ahí el nombre). Es habitual en algunos frutales como los melocotoneros, los cerezos y los ciruelos

martes, 23 de agosto de 2011

Como evitar plagas en el jardín


Las plagas son una de las peores lacras de nuestros jardines y una de las afecciones que más cuesta eliminar, y es que por más que lo intentamos a veces resulta imposible controlar que estos se mantengan en perfecta salud y apariencia.
Aunque no existe una varita mágica que te permita hacerlas desaparecer si que puedes contar con algunas ideas que te ayudarán a evitarlas en la medida de lo posible.

El tipo de planta, el terreno de cultivo y los propios cuidados que le proporcionas son algunos de los elementos más importantes a tener en cuenta, pero no hay que olvidar que también es importante lo avispado que tú mismo a la hora de mantenerlas siempre bajo control y detectar posibles afecciones.

A continuación te dejamos algunos buenos consejos a seguir:
- Elige plantas de tu región, pues probablemente se vean menos afectadas por las plagas.
- Cuanto mejor cuidadas tengas a tus plantas menos preocupado deberás estar por que se vean afectados por plagas, y es que una planta con un buen mantenimiento de riego y fertilización, por ejemplo, es mucho más resistente que cualquier otra con déficit.
- Si has tenido problemas de este tipo durante años anteriores no olvides mantenerte al tanto, ser previsora con tratamientos insecticidas y fungicidas o evitar plantar en zonas afectadas en el pasado.
- Revisa exhaustivamente aquellas plantas que fueron plagadas con anterioridad y mantén un control constante de tus ejemplares para detectar cualquier novedad peligrosa. Cuanto antes detectes los problemas más fácil y rápido será eliminarlos.


En el caso de que con todos estos pasos no consigamos mantener las plagas a raya, hay una serie de productos que siempre deberíamos tener a mano.



- Herbicidas: Aunque también puedes retirar la maleza o las malas hierbas de forma manual, a día de hoy tienes a tu alcance dos tipos de herbicidas químicos muy efectivos: Los herbicidas sistémicos y los herbicidas de contacto.
Estos productos sirven para controlar y evitar la proliferación de esas plantas que aparecen de forma espontánea y natural en zonas en las que precisamente nosotros no deseamos tenerlas; a modo de ejemplo, estas hierbas pueden reducir la productividad de la huerta o impedir el buen desarrollo de las plantas de tu jardín ornamental.
- Fungicidas: Son productos químicos y tóxicos que se utilizan para impedir y eliminar la aparición de los hongos o el moho de tus plantas, pues pueden resultar perjudiciales no solamente para los ejemplares en concreto sino también para las personas o los animales.
Puede ser aplicado con un pulverizador, por fumigación local o por rociado, por ejemplo, sobre las semillas, hojas o frutas infectadas para impedir la propagación de la roya, el tizón, los mohos o el mildiu.
- Insecticidas: Son compuestos químicos para eliminar las plagas de insectos que consumen nuestras plantas, lo que consiguen a través de la inhibición de enzimas vitales. A pesar de que es muy efectivo para eliminar a los insectos de forma rápida y con poca cantidad de producto, lo cierto es que no resulta perjudicial para el ser humano (evidentemente siempre que sea en bajas dosis).



martes, 9 de agosto de 2011

PREVENIR ACCIDENTES EN JARDINERÍA

La jardinería es, lejos de una pesada labor doméstica, una tarea relajante y sumamente agradable. Sin embargo, debemos tomar algunas pocas precauciones para su máximo disfrute, previniendo accidentes y malestares posteriores. 
Por eso y aunque no lo creas necesario, debes prevenir todo aquello que resulte peligroso; aquí te dejamos algunos consejos ¡No los desaproveches!
Principalmente, debemos cuidar de nuestra salud, pues la jardinería es una tarea que exige que pasemos largo tiempo bajo los rayos solares; Por eso, debemos recordar aplicar protector solar para cuidarnos de los rayos nocivos del sol, y utilizar gafas oscuras y sombreros en las horas de mayor luz.. Por el mismo motivo los mejores momentos para ejercer las tareas de jardinería son las primeras horas de la mañana y los atardeceres, tanto para las plantas como también para nuestro cuerpo.


No te confíes de tu resistencia, ni te pongas a prueba. Utiliza elementos que procuren tu comodidad, pues a veces en la jardinería pasamos largo tiempo en una misma posición (sentados, arrodillados, etc), y esto puede tener consecuencias para nuestra circulación o para dolores articulares y similares. Utiliza almohadillas y almohadones que te protejan y cuiden tu comodidad y seguridad, y trata de cambiar de posición cada cierta cantidad de minutos.


Aunque en ocasiones la jardinería es un trabajo seguro, a veces sucede que podemos realizarnos pequeños cortes y heridas en las manos, por ejemplo, cuando podamos o cuando desmalezamos. Para prevenir tanto heridas como raspones, siempre utiliza guantes especiales para jardinería, para cuidar y proteger las manos.

Ten precaución a la hora de utilizar herramientas afiladas y cortantes. Siempre emplea las tijeras y serruchos usándolas hacia el exterior de tu cuerpo, nunca fuerces demasiado los cortes, y en lo posible, utiliza gafas para realizar tareas que puedan arrojar desechos. Nuestras herramientas pueden ser también un foco de infección en caso de que nos hagamos algún corte o herida por ello hay que mantenerlas siempre en perfecta condiciones (limpias, sin óxido...)



Con estos sencillos consejos, la jardinería no representará ninguna amenaza para tu salud y tu integridad. Recuerda que la protección es siempre lo primero, y cuídate para poder disfrutar de tu jardín apaciblemente

viernes, 5 de agosto de 2011

Guía rápida de jardinería para principiantes

¿Ha soñado alguna vez con tener un jardín hermoso, verde y exuberante.? Sin embargo la falta de tiempo y la carencia de recursos termina por llevar al traste  tan buen sueño, para que esto no ocurra os facilitamos siete consejos para que esto no ocurra.
1. ¿Qué desea hacer con su jardín?
Resulta difícil combinar todos estos deseos y anhelos. Por ello, es recomendable ponerse ciertos límites, por lo menos al principio. Y es que, crear su Edén particular le llevará su tiempo. Antes de empezar a trabajar, es preciso considerar las distintas funciones que debería cumplir el jardín. Si debe incluir, por ejemplo, lugares donde sentarse, para jugar o arriates. 
2. Tómeselo con calma...
Si es un nuevo propietario de una casa o un apartamento con un jardín o una plantación, haría bien en tomarse la primera temporada con mucha calma. No es extraño encontrar, cubiertos por la tierra oscura, los sueños del anterior propietario del jardín. No en vano, muchas plantas son perennes y florecen todos los años. En otras zonas, en cambio, tendrá que cavar a conciencia para revitalizarlas.

3. ¿Hasta dónde puede llegar usted solo?
La clave está en lograr el equilibrio entre tiempo disponible, conocimientos y posibilidades económicas. Para muchos jardineros, buena parte del encanto reside, precisamente, en hacer todo el trabajo por su cuenta. Otros, por su parte, prefieren contratar los servicios de diseñadores de jardines o de paisajistas profesionales. Sin embargo, no suele ser habitual estar completamente solo: siempre puede pedir ayuda a los vecinos, cuando menos. 

4. ¿Cuáles son las condiciones climáticas de la zona donde vive?
Se pueden dar muchos tipos diferentes de rusticidad en un mismo país. Por este motivo, una buena medida consiste en consultar en algún centro de jardinería o vivero municipal. Estas dependencias suelen ofrecer todos los datos necesarios acerca de la vegetación, el clima y el suelo de la zona. Comprar plantas a ciegas, sin informarse debidamente antes, suele salir caro.
5. Altura, tiempo y color
Cuando se va a plantar un arriate, es preciso tener en cuenta tres cosas muy simples: la altura, el tiempo y el color. Asegúrese, en primer lugar, de seleccionar especies cuyos periodos de floración se solapen, con el fin de dilatar la temporada. También es aconsejable combinar colores con matices complementarios. Por último, asegúrese de que las plantas más altas no priven de luz a las más bajas.
6. La calidad da sus frutos
No es difícil encontrar herramientas baratas y flores de oferta en cualquier supermercado, es cierto. Como también lo es que ninguna planta florecerá en suelos oligotróficos ni de mala calidad. Las herramientas deberían durar más de una temporada. Para ello, compre herramientas y materiales de buena calidad. Siempre es mejor comprar menos cosas, pero mejores y más caras, puesto que durarán mucho más tiempo. 

7.Herramientas útiles para un jardinero novato 
• Una pala para cavar
• Un rastrillo
• Un cortacésped
• Unas tijeras para podar rosales
• Cortarramas
• Una manguera de riego y aspersores 

miércoles, 3 de agosto de 2011

Jardinería Ecológica

La jardinería ecológica es un tipo de jardinería que usa lo que la naturaleza ofrece para realizar sus tareas, por lo tanto debido a la jardinería ecológica el estado de un jardín será respetuoso con el resto del entorno y con el medio ambiente.
En la jardinería convencional, es decir, la jardinería común, hay unos cuantos inconvenientes que afectan al medio ambiente de manera muy directa, como por ejemplo:
El uso excesivo de productos como herbicidas, fungicidas, insecticidas, etc. todo lo cual impacta de forma negativa en el medio que rodea al jardín e incluso en el jardín mismo.
El uso de fertilizantes que contienen nitrato produce contaminación en las aguas subterráneas ya que éste es muy soluble en líquidos.
El uso descarado de agua también es un problema, aunque también sucede al revés, ya que hay quienes colocan una planta que necesita mucha agua en un lugar seco.
Uno de los más importantes es el de no aprovechar los residuos vegetales, los cuales pueden ser convertidos en abono sin ningún problema.
Sin embargo en la jardinería ecológica se emplean todo tipo de técnicas que suelen anular o reducir los problemas anteriores tales como.

Se busca la biodiversidad, ya que cuanto menor es el número de especies que quedan en un ecosistema, mayor será el desequilibrio del mismo, lo cual es debido a que al predominar algunas especies sus enemigos naturales serán menos y estas especies sobrantes terminarán transformándose en plagas.
Como último método se usa un control natural de las plagas a través de la plantación de especies que sean resistentes a las mismas, como algunas especies aromáticas e incluso se dejan vivir a otras que controlan ciertos tipos de plagas.
La jardinería ecológica es importante si queremos mantener nuestro jardín en el mejor estado posible.
Algunos criterios básicos de la Jardinería Ecológica .
Riego
• Evita en todo momento el despilfarro de agua.
• Las plantas autóctonas viven con el agua de lluvia, por tanto, poco o ningún riego necesitan, excepto al principio que deberán regarse para que arraiguen bien y superen los primeros veranos.
• Con el sistema de riego por goteo se ahorra agua y las plantas aprovechan mejor toda la que les llega al ser localizado.
• Riega por la mañana temprano o al atardecer, nunca al sol.
• El riego automático con programador permite regar de noche y evitar la fuerte evaporación del día producida por el sol y el viento.
• Acostumbra tus plantas a poco riego. Si quieres convertir un jardín "normal" a uno de poco riego hay que "acostumbrarlas" progresivamente en varios años.
• En los suelos arenosos riega con más frecuencia y menos cantidad para que se pierda menos agua fuera del alcance de las raíces por infiltración. Para arenosos el riego por goteo es ideal.
• La reutilización del agua depurada, aguas residuales urbanas e industriales, se están usando con éxito en campos de golf.
Abonado
En Jardinería Ecológica se desaconseja usar fertilizantes químicos convencionales porque los nitratos contaminan las aguas subterráneas.
El exceso de fertilizantes originan una brotación excesivamente tierna y hace a las plantas más propensas a plagas como Pulgones o Ácaros.
En el cultivo ecológico se abona con abonos orgánicos y abonos minerales naturales.
Elabora compost casero reciclando los restos vegetales, como ramas de la poda, el césped segado, hojas, restos de comidas, etc.  Incluso si dejas en el suelo los restos de las propias plantas, triturándolos previamente en el caso de las ramas finas, sirve como abono, aunque es preferible compostarlo.